Escribir (te)
sin tener un agujero gravitatorio habitándome
no me es fácil.
Suelen amontonarse los enters
cuando me topo con migo
y me calo buscando los huesos.
Sin embargo en esta cuarentena
sobrevivo en manada,
y respiro distraída, empilchada.
La historia dirá cuál es
que me hace más feliz. Mientras,
le abrocho la camperita a mi bebido
porque el otoño ya llegó
y pensamos juntar cuántas hojas nos de la existencia sostener.
No hay comentarios:
Publicar un comentario