Corrimientos
que me liberan
y expanden por donde quiera
sin generar dolor.
Alineanda
al son de otros cantares,
existo.
Corrimientos
que me liberan
y expanden por donde quiera
sin generar dolor.
Alineanda
al son de otros cantares,
existo.
Ladrones de energía
secuaces
que disparan balazos al aire
que me alcanzan e impactan
cuando no estoy preparada.
Suturo los agujeros
optimizo lo que queda de energía
me pongo de pie
y sigo con mi camino.
Flashbacks,
de las palabras,
que se desprenden
como las hojas de los árboles
en este incipiente otoño.
Lágrimas,
que nos desnundan
mucho más allá de la desnudez
a la que tanto le temés.
Imortalizás
ese deseo
de que algún día podamos.
Mientras que entre lágrimas
poemas
y confesiones
veo a quien idolatro
por ser quien es.
Ya aprendí a transitar
algunas cuestiones (Gracias queridos años)
no obstante
que sepa atravesarlas,
no significa que no duelan.
Arde,
el pasillo con el exit titilante
iluminando mi incapacidad de comunicar
mis limitantes verdades
en pleno movimiento.
Esa misma colectora
que nos lleva al norte,
y al sur.
ese mismo camino
que nos recorre,
que nos hace.
Un sabio me dijo hoy:
una relación es un 100%,
si uno da un 80% al otro no le queda otra
que ser ese 20%.
Busquemos el equilibrio
y demos un 50%,
(o exijamos que nos den no más
que un 50%)
porque así
el otro no se siente menos
o abrumado.
Voy por el 50%.
Hay momentos en los que uno decide
si bien.., todo el tiempo decidimos..
hay ciertas decisiones que son tomadas
desde la plena conciencia.
Hace unos meses
una hermana/ amiga
decidió que por incomodidades varias
necesitaba aire.
. de mi.
y fue ahí ,
cuando uno de mis vínculos más incondicionales
me rompía la cabeza y el corazón.
Lloré, sentí el amargo rechazo,
y obviamente le di su aire.
(porque, aunque duela,
uno siempre le da
a quien profundamente quiere
lo que necesita.)
Pasaron casi tres meses.
Y hoy,
entre tanto aire que pasó por el puente,
ya no recuerdola dirección del camino.
Anunciando el comienzo
de las noches de invierno
donde las persianas no existen
y me empapo de estrellas,
amanecimos cruzadas
con el horizonte flúo de fondo,
como quien no sabe
el camino de regreso a casa
tu cuerpo y el mío sucubieron
ante la obvia evidencia
de que hasta ése momento
habíamos estado desencontradas.
por tu maravillosa manera
de explorar
la vida con sus sabores
colores y lugares.
Perderme de vez en cuando
pero despertarme a tu lado,
sintiendo el aire entrar
agrandando más aún, tu corazón
para luego irse
y dejarme esperando más.
Ojalá siempre tengamos
un pasaje mágico
a un día como el de hoy.