Te deseo que tus llamas ardan
iluminen y den calor,
pero no, que te quemen.
Un día entero
tardo en llegar
mi alma a mí,
y cuando llegó
no tuvo mejor idea que preguntarme por vos.
Te deseo que tus llamas ardan
iluminen y den calor,
pero no, que te quemen.
Un día entero
tardo en llegar
mi alma a mí,
y cuando llegó
no tuvo mejor idea que preguntarme por vos.
Te vi escribir y borrar
se me revolvió el estómago
en línea
deseé en ése instante con cada fibra
que te animes al SEND
(Pero el deseo, aprendí,
que no siempre es la mejor elección )
y agradecí entonces el vacío
y el no tener que lidiar con tu humanidad
( ya que la mia quedó bastante herida)
al ver tu propio desamor asfixiarte
hasta dejarte temblando a mi lado
ajena y extraña a quien creí haber conocido.
Se me revuelve el estómago
de pensarme de nuevo
en ése lugar.
Verte volar es un lindo paisaje
no obstante
no elijo genuinamente más
tu compañía.
Al menos por hoy.
Con el tiempo
me fui dando cuenta
de que hay charlas
que son mejor no tener
y también
que hay alarmas
que no siempre se pueden apagar.
El registro me es sagrado
y la huída, inminente.
Duele reconocer el mensaje de salida,
y mientras deshacía la cama (quizás no lo notaste)
me estaba yendo.
No recuerdo nada tan híbrido
como tu existencia
y nuestro actual vínculo,
siendo dos imanes
atrayéndonos y rechazándonos.
no defino los sentimientos
o al menos, los que se generan en mi
cuando vestis de sobriedad
e intrépida picardía.
Pienso entonces
(como ya te dije)
seguirte de cerca y a su vez con distancia,
ya que quisiera ver
de que lado del campo magnético terminamos.
La polaridad de mis sentimientos
digitando el zig zag
del movimiento ATR.
Sin saber cómo
suciedieron Tres.
Fugaz, explosivo y
l i b r e
algo
en ese espacio abierto
me cambió.
Te me cruzaste
en una charla de balcón
ayudandome a decantar
cosas que ni yo comprendía.
Tenias la virtud
de ponerle palabras a lo que yo no
y de espantar a mis fobias mas recientes.
Amabas la música, como yo
y amabas también la risa
y sus recursos.
Miro la luna,
recuerdo que desde tu balcón se demoraba,
y te mando un enorme y invisible beso.
Fue mudo
el difícil mensaje
y su ausente respuesta.
Busco donde plasmar
todo eso
que no preguntaste
y este vacío.
Pero es inútil
no hay hoja en blanco
que resista
lo que me habita.
Fue un una explosión nuclear
que se apagó un triste Domingo de sol
mientras entre titubeos
te marcharte, de nuevo.
Que loco que es el selectivo registro
iluminando e inmortalizando
notas con determinados colores.
Segundos que se escurren
para glorificarse en inmortales.
No me atrevo
a indagar
más que lo que intuyo.
Por miedo,
o porai lo contrario.
Me dejo entonces habitar por el nuevo vicio
que llega con un claro y ravioso propósito.
Sentí un cosquilleo
cuando agarraba el cigarrillo
y rozaba los dedos
nunca sé
si el otro también lo percibe
o si eso
también es parte del viaje que hacemos solos
queriendo desesperadamente
espejarnos o conectarnos con otros
para no sentirnos tan solos.
Mi momento favorito
sucede cuando las velas entran en acción
el beat se alenta
y no me animo a mirar a los ojos.
El baile y el slow-flow.
Adictivo le dije,
pero creo que todavía no me cree.