Pensábamos que seríamos eternas
(con la ingenua certeza, de quienes no saben nada)
nos reímos de las diferencias,
nos retro alimentábamos ( decíamos)
de esos agujeros que no tienen tapa
ni fondo aparente,
mientras cantábamos
a los cuatro vientos.
Todo era risas, hasta que de golpe
tu vida y la mía
no tuvieron más simetría,
y nos separamos,
y fue el fin de aquella osadía.