Cansada
débil
y hecha un ovillo
llego a tu puerta
y como quién
se quedó sin batería
para devorarte los ojos
me sumerjo entre los hombros
y achico la espalda
a ver si así
escondo y protejo
lo que genera no sentirte
cerca.
Sale humo
de tu tus rizos
y me pregunto
con quién
me encontraré
cuando ya no aguante más
mi peso.
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