
De nuevo escondiéndome...?
No.
Agregándole la cuota del misterio
a mi expuesta sonrisa...?
Tampoco.
Protegiendo mi fragilidad.
Nada más,
Éso.
Protegiendo
lo único que me resta
Mío.
De los imnóticos ojos
de otro par más
de imnóticos ojos.
Huyendole
a la caza...
de la pregunta
¿Qué es real, y que és deseo?
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