El desasociego
del abandono.
El sentirme abandonada;
Ése golpe en plena iglesia abandonada
sin un dios que detenga el eco que resuena más que la mismísima herida.
La despiadada resignación
que se ríe del enojo que esconde dolor.
Hoy sigo cansada,
quizás tanto movimiento
me agotó.
Debe ser eso.
Me quedo con eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario