Como si toparse con un amanecer en la cama
fuese moneda corriente.
Te quedó un pedazo de sol impregnado
y de golpe, navego el verde oro de tus ojos.
Empujo el borde hasta donde tu arnés me deja
percibo tus cornisas, bordes,
mientras floto por la armónica quietud de tu casa.
Diviso escenas, montajes, guiones
armo la peli completa.
Me lamo las heridas
que aún depuran.
Me pido un vino,
y decido arrancar un nuevo ciclo.
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